Alberthina Centeno/ Prensa MinSalud Monagas.- El Postgrado de Traumatología y Ortopedia del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar (HUMNT), en la ciudad de Maturín, estado Monagas, reafirma su papel como un pilar en la formación de especialistas médicos en el oriente del país, al conmemorar más de tres décadas de trayectoria académica. Durante la XVII Jornada Académica de Egresados y Postgrado, el evento puso de relieve el trauma vial como el desafío más apremiante para el servicio de emergencias del hospital.
Los accidentes de tránsito, particularmente aquellos que involucran a motociclistas, encabezan la lista de causas de fracturas atendidas en este centro de salud. La jornada permitió a los especialistas revisar y actualizar los protocolos de diagnóstico y tratamiento para lesiones del sistema locomotor, desde fracturas en extremidades hasta cráneo y columna vertebral, demostrando el alto nivel técnico del servicio.
Víctor Dávila, jefe del servicio de Traumatología en el HUMNT, trazó un recorrido por la historia del postgrado, destacando su fundación en enero de 1990 como una respuesta a la necesidad de formar cirujanos traumatólogos en la región. Mencionó que, en 1995, la Universidad de Oriente le otorgó su aval académico, y en agosto de 2023, el programa fue bautizado simbólicamente como “David Peraza”, en honor al médico que lo gestó y lo consolidó como un referente a nivel nacional.
Actualmente, el postgrado ha formado a aproximadamente 130 especialistas que no solo sobresalen por su capacidad técnica, sino también por continuar su formación en subespecialidades, lo que eleva el estándar médico en los lugares donde ejercen.
“La existencia de este programa ha propiciado el desarrollo de técnicas quirúrgicas de avanzada, optimizando la atención médica y elevando la calidad de vida de los pacientes”, destacó el Dr. Dávila. Asimismo, enfatizó que el impacto del programa trasciende los muros del hospital al fortalecer el sistema de salud pública en Monagas, garantizando la presencia de profesionales altamente capacitados y comprometidos.
La XVII Jornada Académica no solo sirvió para honrar los logros académicos y clínicos, sino también para recordar el acto humano detrás de la formación de cada especialista: formar para salvar vidas. Un recordatorio de que, detrás de cada fractura atendida, hay una historia que merece seguir adelante.