Prensa MPPS-. El 21 de junio se celebrará el Día Internacional de la Aniridia, una fecha dedicada a la concienciación y la educación sobre esta rara enfermedad ocular. El objetivo es aumentar la visibilidad de esta condición. Durante esta jornada, diversas entidades y comunidades alrededor del mundo sensibilizan a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con aniridia y la importancia de un diagnóstico temprano.
Se trata de una patología genética que afecta sobre todo al órgano visual, presentando estructuras oculares mal desarrolladas, la más evidente es la falta parcial o total del iris en ambos ojos y gran fotofobia. En el momento del nacimiento, se presentan o van apareciendo a lo largo de la vida otras patologías visuales más reconocibles, como cataratas, degeneración de la superficie ocular o glaucoma, entre otras.
las personas que conviven con Aniridia presentan un resto visual muy reducido, siempre por debajo del 0/20 y una gran fotofobia.
A esto se debe sumar un gran deterioro progresivo de este resto visual, como consecuencia de la aparición imprevista de alteraciones visuales a lo largo de la vida.
Los ojos funcionan de forma similar a las cámaras de fotos, de forma que el cristalino se ajusta en función de la distancia del estímulo, sirviendo como una especie de lente, que permite la refracción de la luz.
PREVENIR LA ANIRIDIA
La aniridia no puede ser prevenida. Es por ello que se hace importante un diagnóstico genético a los niños que nacen con esta enfermedad.
Han de realizarse seguimientos anuales exhaustivos por pediatras y oftalmólogos especializados con el fin de detectar, determinar el grado de lesión y tratar de manera precoz las patologías asociadas para poder preservar la mayor calidad de vida y durante más tiempo a los pacientes afectos.
TRATAMIENTO:
Actualmente la aniridia no tiene tratamiento, pero es posible tratar las alteraciones asociadas (catarata, glaucoma, alteraciones corneales, etc.).
En la etapa infantil existe la posibilidad de la estimulación visual precoz para desarrollar la visión y psicomotricidad.
Dependiendo de cada caso, pueden usarse una serie de ayudas visuales tales como gafas-lupa, mini telescopios o programas de ordenador, entre otros.
El uso de lentes de contacto cosméticas es una opción para la fotofobia y el defecto estético, pero la microcirugía ocular actual permite en muchos casos realizar la reconstrucción del iris y de la pupila, en defectos parciales.
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