Erika García / Prensa Minsalud.- Cada 12 de agosto, Venezuela celebra a esos profesionales que son testigos privilegiados del milagro de la vida: los ginecobstetras. Esta fecha es mucho más que un simple recordatorio; es un homenaje a la vocación, la empatía y la dedicación de quienes acompañan a la mujer en las etapas más cruciales de su existencia. Desde la adolescencia hasta la menopausia, y especialmente en el sagrado momento del nacimiento, estos especialistas se convierten en guardianes de la salud y el bienestar.

La ginecobstetricia, más que una rama de la medicina, es un acto profundamente humano. Requiere no solo conocimientos técnicos, sino también una gran sensibilidad para guiar a la madre y su familia a través de un proceso lleno de emociones y desafíos. En los pasillos de una maternidad, entre la alegría de un primer llanto y la tensión de un caso de alto riesgo, se forjan historias de compromiso inquebrantable.

Testimonio desde las trincheras de la vida

«Soy el Dr. Pablo J. Milazzo C., médico obstetra ginecólogo egresado de la Maternidad Santa Ana – UCV en 2021. Actualmente, me formo como residente de 2.º año del posgrado de Endocrinología Ginecológica y de la Reproducción Humana en la Maternidad Concepción Palacios.

Mi experiencia ha sido profundamente emotiva e importante. He afrontado casos de alto riesgo obstétrico donde la vida de la madre y el bebé pende de un hilo. En esas situaciones, el trabajo en equipo multidisciplinario es fundamental para lograr la llegada sin complicaciones de esa nueva vida, preservando siempre el bienestar del binomio madre-feto. Por ello, insisto en la importancia del control prenatal temprano. Es la clave para prevenir y manejar a tiempo cualquier complicación, asegurando que cada embarazo tenga el final feliz que merece.»

 Políticas y avances al servicio de la vida

En el marco del fortalecimiento del Sistema Público Nacional de Salud, el Ministerio del Poder Popular para la Salud ha priorizado la atención ginecobstetricia como un pilar fundamental. Gracias a programas como el Plan Parto Humanizado y la Misión Niño Jesús, se ha logrado un incremento significativo en la captación temprana de embarazadas para el control prenatal. Según datos recientes del MPPS, la cobertura de control prenatal en el primer trimestre de gestación ha aumentado en un 15% en los últimos dos años, lo que ha contribuido a una disminución del 10% en la tasa de complicaciones graves durante el embarazo y el parto a nivel nacional.

La incorporación de tecnología de punta también ha jugado un papel crucial en la mejora de la atención. Equipos de ultrasonido de alta resolución permiten diagnósticos más precisos y tempranos de posibles anomalías fetales, así como un seguimiento detallado del desarrollo del embarazo. Esta herramienta, combinada con la experticia de los ginecobstetras, optimiza la toma de decisiones clínicas en beneficio de la madre y el bebé.

Una historia de esperanza: El acompañamiento que transforma vidas

María Fernández recuerda con emoción el acompañamiento que recibió durante su embarazo de alto riesgo. «Desde que supe que estaba embarazada, tuve algunos problemas de salud. El Dr. Pérez y todo el equipo de la Maternidad Concepción Palacios en Caracas fueron mi apoyo incondicional. No solo me brindaron la atención médica necesaria, con exámenes detallados gracias a los modernos equipos, sino que también me ofrecieron palabras de aliento y me hicieron sentir segura en cada etapa. El día del parto, a pesar de las complicaciones, sentí la calma y la profesionalidad del equipo. Gracias a ellos, mi bebé Mateo está hoy sano y fuerte en mis brazos. Su labor va más allá de la medicina; es un acto de amor y humanidad».

El rostro humano detrás de la ciencia

La Dra. Anaís Torres, una joven especialista de la Universidad de los Andes, subraya la importancia de la calidez humana en su profesión. «La tecnología es fundamental para un diagnóstico preciso, pero nunca debemos olvidar que estamos tratando con personas, con familias llenas de ilusiones y a veces, de miedos. Escuchar a nuestras pacientes, responder sus dudas y brindarles un trato empático es tan importante como el conocimiento médico».

En un país que enfrenta grandes desafíos, los ginecoobstetras demuestran que la salud no se detiene. Su trabajo va más allá de la estadística; es un compromiso con la vida misma. Cada consulta, cada ecografía y cada parto son una oportunidad para construir un futuro más sano y justo para las generaciones venideras.

En este día, el Ministerio del Poder Popular para la Salud extiende un profundo reconocimiento a todos los profesionales que, con su entrega diaria, siembran esperanza en cada nuevo latido.

¡Gracias, ginecobstetras de Venezuela, por ser sembradores de vida!

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