Prensa MPPS.- El 11 de Abril hubo una convocatoria venezolana a través de los medios privados donde empezaron a crear matrices de opinión para consumar un  golpe de estado en contra del gobierno legítimo y democrático del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, fue un acontecimiento que puede ser narrado en tres actos: el antes, durante y después de una ofensiva mediática sin precedentes en el mundo, donde se buscó no sólo legitimar internacionalmente un golpe, sino condenar a sectores humildes de la sociedad sin ninguna averiguación seria ni creíble y secuestrar a un presidente y gran líder de la patria grande.

En detalle, La oposición venezolana convocó una protesta hacia PDVSA Chuao, que luego terminó en una marcha que pretendía llegar hasta el Palacio de Miraflores y exigir la renuncia del Comandante Eterno Hugo Chávez. Esta acción nunca logró su objetivo, motivado  que el  pueblo  chavista se encontraba en los alrededores de Palacio.

Por ende, siguiendo las indicaciones del “manual del golpe de Estado”, los medios de comunicación impresos, radiales y televisivos, estuvieron  transmitiendo informaciones sesgadas y tendenciosas, allanando el terreno para que la opinión pública nacional asumiera el golpe de Estado como un acto natural y razonable. En vísperas de la marcha que precedió al golpe, algunos medios incluso habían titulado: “La Marcha Final”, “Todos a Miraflores”.

En consecuencia, la memoria colectiva se recuerda al dictador Pedro Carmona Estanga, con el remoquete de “Pedro El Breve”, porque la furia desatada del pueblo no permitió que avanzara un gobierno de facto. El golpe de abril de 2002 fortaleció la conciencia revolucionaria y la unidad del pueblo venezolano.

Los días 11, 12 y 13 de Abril del año 2002, quedaron plasmados en la historia del país y en la memoria de aquellos que fueron testigo de una abrupta violación de la democracia, por la cual el pueblo venezolano decidió salir a las calles con bravura y determinación, a defender los derechos, creencias y pensamientos de aquellos que pretendían secuestrarlos.

 

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