Prensa MPPS-. Hoy 25 de marzo, desde hace más de 30 años e Inspirado en una festividad cristiana, se celebra el Día Internacional de los Derechos del Niño por Nacer.

Esta efeméride es popular en Latinoamérica y tiene la intención de defender la vida humana del niño desde el vientre de la madre.

Cabe mencionar que, el primer país que impulsó esta efeméride fue El Salvador en 1993 y denominó está fecha como, «Día del Derecho a Nacer». Asimismo, esta jornada tiene como fin, defender los derechos de la vida humana y evitar la interrupción del embarazo.

En tal sentido, el establecimiento de está fecha como motivo de conmemoración en todo el mundo, está asociada a la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. “Proclamó que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, ratificando así la afirmación contenida en la Carta de las Naciones Unidas acerca de la fe de los pueblos en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de todo el género humano”, señala la normativa en sus considerandos.

Por su parte, posteriormente otros países iniciaron celebraciones oficiales para los no nacidos, como Argentina con el «Día de los no Nacidos» en 1998, en Guatemala con el mismo nombre en 1999 y en Chile en 2014 con el «Día del que Está por Nacer y de la Adopción».

Es importante destacar que, la fecha escogida para este día Mundial, coincide con el Día de la Anunciación a la Virgen María, celebrada igualmente cada 25 de marzo. Esto obedece a que entre el 25 de marzo y el 25 de diciembre transcurren nueve meses para el nacimiento del Niño Jesús en Navidad.

Por ende, el Gobierno Bolivariano ratifica los derechos y los deberes  de cada venezolano,  respetando  la vida y la dignidad de todo ser humano desde la concepción de su nacimiento hasta  la muerte.

Gestión comunicacional MPPS / Elio Ávila